Las tendencias no nacen como algo predefinido, sino como respuestas a cambios en la forma de consumir y vivir, moldeadas por los contextos sociales, económicos y políticos. Primero surgen como comportamientos en nichos más pequeños o experimentales que buscan reflejar la realidad. Luego, marcas más grandes, figuras influyentes y movimientos culturales los impulsan hasta convertirlos en algo masivo.
La moda es parte fundamental de este universo de tendencias, reflejando y amplificando estos cambios en el consumo.
En un mundo cada vez más digitalizado, donde la información circula a gran velocidad, las personas buscan experiencias más reales y significativas. No quieren ser solo un número más en un sistema automatizado, sino sentirse vistos y valorados. Frente a la inmediatez y la hiperconectividad, surge la necesidad de recuperar lo auténtico, lo tangible y lo cercano.
Este deseo de conexión impulsó el regreso de lo vintage, no solo como estética, sino como un anclaje emocional. La revalorización de objetos y prendas con historia responde a esta búsqueda de identidad, diferenciación y pertenencia. El pasado deja de ser solo nostalgia y se convierte en un símbolo de lo genuino, inspirando nuevas formas de diseño y producción textil.
La industria textil interviene en cada etapa de la cadena productiva, desde la tejeduría y selección de colorido hasta la morfología y confección. Cada eslabón del ciclo productivo es esencial para convertir las tendencias en productos funcionales y de calidad.
Sin embargo, adaptar estas tendencias a las demandas del mercado local no es una tarea sencilla. Es necesario integrar conocimientos especializados, herramientas adecuadas y soluciones innovadoras que permitan ajustar las tendencias textiles a la realidad de la industria en Latinoamérica.
“La industria de la moda en Argentina es sumamente fuerte y observada por el resto de los países de la región, con marcas que saben cómo adaptarse, que invierten en desarrollo e investigación. Sin embargo, el desafío no solo está en detectar lo que el consumidor quiere, sino en hacerlo accesible, eficiente y rentable para la industria local”, señala Maru Silva de SUDA, quien brindará una charla de acceso gratuito en Emitex 2025 sobre las tendencias para la temporada 2025/2026 y cómo adaptarlas a la realidad local.
La posibilidad de contar con espacios dedicados a la difusión de tendencias y su aplicación en el contexto local es clave para fortalecer el sector. En este sentido, Pía Kelly de SUDA comenta: “Al estar en contacto constante con clientes y profesionales de la industria, diseñadores, confeccionistas y emprendedores, entendemos que, aunque tienen un gran interés en las tendencias a nivel global, a menudo no tienen acceso a información específica que se adapte a las necesidades del sector local y sus particularidades. Es importante generar espacios que permitan conocer estas tendencias de manera profesional, para que puedan ser aprovechadas por la industria textil y de moda en Argentina, impulsando su crecimiento y expansión.”
Las tendencias no son simplemente modas pasajeras; cuentan una historia, son un reflejo del presente, una adaptación del pasado y una proyección hacia dónde vamos. La industria textil argentina cuenta con un enorme potencial, y la existencia de espacios profesionales dedicados a su difusión es esencial para seguir impulsando su desarrollo y visibilidad en la región
Emitex 2025 tendrá lugar del 8 al 10 de abril en el Predio Ferial de La Rural en Buenos Aires.
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